Al ser mujeres en estado de gestación, su cuerpo ha entrado en un proceso de cambio y no se puede plantear el ejercicio de la misma manera que a una persona sana no gestante. Estos cambios se dan tanto en la morfología como en la fisiología de la mujer y la condicionan tanto en su vida diaria como a la hora de realizar cualquier tipo de ejercicio. Por tanto hay que conocer y tener en cuenta esos cambios, que son los siguientes:
A. MORFOLÓGICOS
B. FISIOLÓGICOS
- AUMENTO DE:
- Peso: se produce el aumento de peso debido a una alteración de los procesos metabólicos normales para adaptarse a las necesidades del feto en desarrollo. Aumentan alrededor de unos 10-13 kg durante todo el embarazo (aunque es una cifra totalmente aproximada ya que depende de cada mujer). Esto hace que tengan dificultades para realizar ciertas tareas motrices, pierdan agilidad, sean más lentas y que se fatiguen con facilidad.
- Útero: el útero también va a ir aumentando de tamaño mes a mes. Esto va a causar que se produzca un cambio en el centro de gravedad de la mujer debido a la modificación del eje cráneo-caudal como compensación a ese aumento de volumen. Es importante prestarle atención y trabajar con ello porque afecta al equilibrio. Así se pueden evitar posibles caídas.
- APARATO LOCOMOTOR:
Los cambios
anteriormente mencionados (aumento de volumen de ciertas partes corporales) van
a provocar un desequilibrio corporal
afectando a la columna vertebral. En un principio se pensaba que causaba un
aumento de la lordosis lumbar, pero en la actualidad se piensa que sólo es
aparente pues la embarazada compensa el desvío con una modificación del eje
cráneo-caudal hacia atrás. Los citados cambios volumétricos también hacen que
se modifique el esquema corporal de la mujer.
- SISTEMA ARTICULAR Y MUSCULAR:
B. FISIOLÓGICOS
- SISTEMA CIRCULATORIO:
A consecuencia del
aumento de volumen del útero se produce un desplazamiento en las estructuras
del sistema circulatorio. El corazón aumenta de tamaño y se desplaza hacia
arriba. El gasto cardiaco aumenta un 30-40% desde el inicio del primer
trimestre de embarazo hasta el final de la gestación, como consecuencia del
incremento de la frecuencia cardiaca y del leve aumento del volumen sistólico. El
gasto cardiaco se modifica por la posición materna, y es más alto en decúbito
lateral que en decúbito supino, lo que sin duda tendrá implicaciones a la hora
de establecer posiciones adecuadas en las que desarrollar la actividad física. Por
último, aumenta la presión venosa en las extremidades inferiores a consecuencia
del útero grávido. Esto quiere decir que hay unas posturas más aconsejables que
otras, que se verán más adelante. Pero la principal postura a evitar por estos
cambios circulatorios es la de tendido supino, pues la vena cava inferior queda
presionada también por el útero y disminuye el retorno venoso al corazón.
- SISTEMA RESPIRATORIO:
- SISTEMA ENDOCRINO:
Aumento de
la relaxina, lo que hace que los
ligamentos estén menos tensos. Cuidado con las posiciones que se adoptan.
Se producen más cambios pero estos son los más relevantes de cara a planificar una actividad física para mujeres en estado de gestación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario