La pregunta más frecuente que se hacen las futuras madres es ¿cuándo debo iniciar un programa de ejercicio físico?, ¿en qué momento de la gestación es indicado comenzar para evitar riesgos materno-fetales?
Habría que diferenciar en primer lugar los hábitos de la mujer antes de quedarse embarazada: sedentaria o activa.
El embarazo no es el mejor momento para comenzar un programa de ejercicio físico si nunca se ha experimentado anteriormente. Aún así, no se debe considerar el proceso de gestación como un "estado de enfermedad". Una mujer sedentaria se puede integrar en programas adaptados a su situación sin riesgos materno-fetales (véase el apartado Necesidades especiales para hacer ejercicio). Una buena fecha de comienzo es hacia la semana 6-7 de gestación, siempre que se hayan realizado los correspodientes análisis médicos. Es importante corroborar que tanto el bebé como la madre están sanos.
En el caso de mujeres activas que ya realicen alguna actividad previa al embarazo, se estaría hablando de una continuidad del ejercicio físico y habría que plantearse si es posible continuar con dicha actividad. Asegurarse de que cumple con los márgenes de seguridad. Básicamente es una reducción alrededor del 20% de la intesidad y el volumen. Al igual que las sedentarias, lo más acertado después de conocer que estás embarazada, es esperar a los informes médicos que confirmen que no hay problemas de salud.
En las gestantes sedentarias el inicio del programa de ejercicio debe representar una situación agradable. Es mejor que no sea frustrante o desagradable ya que abandonaría el programa. Esto sería un error ya que no se trata sólo de mejorar la condición física de la mujer, sino también de crear un espacio para ella. Por ello lo más conveniente es empezar con tareas sencillas y amenas.
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